Monday, August 17, 2009

Te olvidaste que fuiste niño?, Sí a vos, te estoy preguntando.

Qué pasó!



Tan rápido, te olvidaste que jugabas saltando cuerda, y cuando te daban peludo, cuando jugabas chibola, trompo, yoyo, tracatraca y...

Acaso no jugaste nunca, o ni si quiera fuiste como yo, que al menos lo intenté, recuerdo como me dejaron marcado el lazo en la cara...

Los viejos tiempos, que nunca regresaran y ahora ya estamos viejos que nunca volveremos a jugar, como niños, pero, al menos seguimos divirtiendonos un poco, a lo grande, pero de edad.

Algunos se olvidaron, que fueron unos cipotes choreados, mocosos, traviesos y juguetones.

No te estoy diciendo, que te portes como niño, solo te digo, que no te olvides que lo fuiste, para poder ser más Humano.

Lo malo que tiene, el Hombre y Mujeres, bien, las "personas", que van olvidando los viejos momentos, porque llegaron a viejos, pero viejos los caminos y los van mejorando.

Por qué no nosotros, que nos vamos haciendo viejos, no vamos mejorando a nuestro terruño, en el que nacimos, jugamos, vagamos, y .... otras cosas muuuuuy buenas...

Quién no salía corriendo de la aula, al oír el timbre para el recreo. Bueno, algunas veces era una campana, al menos cuando yo estuve en la primaria. Salíamos a buscar a los vendedores ambulantes.

En donde no teníamos pena, de jugar con las niñas salta cuerda, cuando ellas nos decían, hagamos una apuesta a ver quién gana, y ellas ganaban....

Ah... en las manifestaciones, escuchaba, :" el que no salte es quilio ", pero algunos saltaban medio raro... :) bueno, pero saltaban...

Cuando estudie en la ERA (Escuela Romero Alvergue) en el Barrio San Jacinto, habían unas profesoras, que nos separaban de las niñas, ya que estabamos jugando salta cuerda con ellas, las profesoras, nos quitaban porque, decían que les estabamos viendo el blumer (bloomer) a las compañeritas... pero, eso era mentira, es que nos caímos al saltar, porque ellas saltaban más.

Asi, pasabamos felices, ya que en mis tiempos, estudiabamos todo el día.










Y asi, como el viento sopla de rápido, también se nos fue pasando el tiempo.

Pero, en el año tambien habían otras temporadas:

La de las piscuchas, una tan sola vez, elevé una piscucha como a un kilometro de distancia, allá estaba a la orilla del barranco, que estaba enfrente de mi casa, en el Ctro. Urb. Santa Lucía, Ilopango, bueno, allí estaba la cancha Wembler, ahora, hicieron unas casas y lo hicieron el barranco mas cerca de la casa, pero bonito, con unas 200 casas.

Pero, bien, allí fue el único lugar que elevé la piscucha en una tarde nublada, con lluvias en el horizonte, mi gran hazaña, sólo yo la ví, porque todos estaban calientitos en sus casas, y mi gusto fue soltar el hilo, y dejarla ir.

Las de los trompos, uno de mis hermanos mayores, bueno el mayor, me hizo un trompo de nogal, que por cierto un niño grande me lo quitó, no me lo robó, es que le gusto..., ya que cuando jugabamos a los calazos, a mí trompo, no le entraban, porque era una madera bien dura...

Aun tengo un cicatriz en la frente cuando un trompo reviró de punta, justo a mí frente. En este juego era bueno, no me quedaba atrás, a muchos amiguitos, le calazeaba el trompo todos los días, hasta que me quitaron el mío.

La del chacalele, este también uno de mis hermanos mayores, eran tres, me hizo uno de las corcholatas de la botella de gaseosa, y que fácil y divertido era jugarlo, sólo que aqui no había competencia.

El tracatraca, le dije a mi papá, que si me compraba uno, y nos dijo que era peligroso, asi que bien tristez nos fuimos a jugar con carritos, con mi hermano menor, al patio.

Al día siguiente, cuando nos despertamos, encontramos dos chibolotas con una pita, entre lazadas, era el tracatraca... que feliz estuvimos, mi papá, no dijo nada, pero el los pusó. Estuvimos todo el día jugando, hasta que aprendimos, despues de tantos golpes que nos dimos en los antebrazos. Salíamos a la calle, jugando, recuerdo aquella tarde soleada, casi sola, bien claro, y yo, haciendo ruido, con el tracatraca.

La del capirucho, me olvidé del tracatraca, y mí papá nos llevó varios capiruchos, que habían hecho mis hermanos mayores, uno de carrizo de hilo, otro de un morro seco, y uno que era de piedra pomex, pero ese se quebró al día siguiente, por mas que quería igualar a los expertos, no pude, y hasta la fecha, no hago más de tres, después de 20 intentos...

Las chibolas, cuando tenía 8 años, las cánicas, chibolas y marmoles, tambien unas eran de madera, pero esas desaparecierón bien pronto del mercado, y aparacierón las de vidrio, se jugaba haciendo la :" Huimba" (no se si se escribe asi, pero, mas o menos asi era la pronunciación).

Se jugaba, tirando la chibola con el dedo pulgar, apuñando la mano (si que dolía la uña del pulgar).

Se apuntaba, a las que estaban adentro de la "Huimba", esta era una figura, en la tierra, en forma ovalada, terminando en puntas, con una raya o linea en medio, en donde se ponían, las chibolas de los jugadores, el mas pulsudo, las ganaba.

Aqui, aparecierón, los chirolones, eran unas chibolas de vidrio, más grandes, y un poquito mas díficil de encontrar y caras, entonces el juego cambio, ahora nos poníamos en linea tirabamos la chibola lo más lejos, y luego a quebrar la del oponente, claro, el que tenía los chirolones, ganaba.

Pero, como eramos niños, y nos inventabamos todo lo posible, no se quién fue el gracioso, que saco los aceros, estos eran los baleros de las ruedas de hierro, y desde alli los chirolones perdieron el poder.


Y una de las mas fáciles, el yoyo, esta tambien, era fácil de jugar, mi hermano mayor nos hizo uno de madera, lástima que a él no se les ocurrió, hacer para vender, ya que a todo el mundo les gustaba, otro que no se ha donde fue a parar,,,, :) bien, asi son los niños todo pierden.

Pero, este juego, por muy fácil que era, tambien, tenía expertos, en hacer piruetas con el yoyo.

Con el yoyo, se hacía la vuelta al mundo, el chuchito, la telaraña, y los mas diestros, bueno, los que solo pasaban en el parque jugando, digo practicando... hacían unas maromas que no se donde las sacaban.

Aunque yo no fui, un experto en nada de eso, pero, si jugue todo el tiempo, gozando con todos mis compañeros de clase y de otras escuelas..

Ah!, casi me olvidaba, las tarjetas, si alli si era campéon, siempre ganaba, te recordas como era ese juego, para ganar solo las tirabamos al aire, y la que caía, con la cara para arriba ganaba...
En aquel tiempo, las primeras que me recuerdo, eran las de un mundial, creo que el de 1968, luego, la de otros albumes, la de ciencia, uno de los mas grandes, que estaba un poema de Ruben Darío, talvez vos te acordes cual era, y mucho más.

La peregrina, una figura de cruz, con cuadros, tirar una piedra y tener que saltar, sin tocar el cuadro que tocó, el oponente, juegos tan sanos y divertidos, que ahora se han cambiado por los videos juegos, que algunos son llamativos, pero otro muy violentos.

Así me voy recordando de mi juventud, con un nostalgia, como cuando teníamos que dejar de jugar, porque se hacía noche.

Te recordas del escondelero, mica, mica envenenada, alto alli o tambien se escuchaba altuay, un sin fin, de juegos que ya desaparecieron, canciones, tal como Juan compró pan, quién se acuerda de otras, porque cada vez me voy acordando de mas juegos.

A las ferias, en donde se jugaba la Lotería, mí papá, nos llevaba al Puerto de La Libertad, y allí jugabamos la Lotería de Atiquizaya... le daban vuelta a una tombola y salía la bola, con el dibujo, lo que recuerdo que decían, "el que la duerme la pierde, carta cantada carta jugada"

Ah! que días, que felicidad, que tranquilidad, por qué no regresa ese tiempo?.

Por qué no hacemos algo?, para que la infancia goze lo que nosotros tuvimos.

2 comments:

  1. que bonito resumen de nuestra infancia, ojala y la humildad de los niños de antaño se les enseñara a los niños actuales y los politicos recordaran esa epoca unica en la vida y valoraran mas a sus hermanos, para recuperar o poner verdaderamente de manifiesto, los valores de la calidad humana que hemos perdido

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  2. Los niños de antaño eran mucho mas humildes los de ahora son muy exigentes y quieren estar rodeados de lujos

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