Tuesday, October 6, 2009

Nuestra Personalidad Atemorizada

La Personalidad
Cuando salgo a las calles de San Salvador, solo veo gente que se mira asustada, gente que camina sin ver a atrás ni a los lados, gente que hace mal, y me alegra ver gente buena. Porque yo estoy en el grupo de la gente que se mira asustada.
Salir ahora a la calle, no es como antes, no salgo si no es necesario, tampoco si ya esta oscuro, solo voy a lugares que hay mucha gente, ya no puedo ir a caminar a la orilla de los ríos, subir al Boquerón del volcán de Quezaltepec (San Salvador), ya no es lo mismo estar en el parque Cuscatlán hasta el cierre.
Subirme en la ruta 30, la cual en mis tiempos de infancia era la que tenía el mayor recorrido en todo San Salvador, cuando un niño de 10 años, podía viajar solo, sin temor a ser asaltado o raptado.
Si, no lo voy a negar que ya había gente mala, pero, no como ahora que la delincuencia ademas que nos atemoriza, con sus armas corto punzantes y otras, dejandonos un trauma emocional por el temor que nos maten, pero, tambien nos quitan, el Derecho de Libertad, nos amenazan a muerte, dejandonos un trastornos emocional, que por suerte al poco tiempo, se nos olvida.
Mucha gente no ha tenido la suerte de sobrevivir a estos asaltos que se dan a diario y a cada hora en todo El Salvador.
No se si somos buenos o tontos, en no poner la denuncia y señalarlos como rateros callejeros, denunciar a un bil delincuente, cuando la Policía los arresta, no le dcecimos nada a las autoridades, ya que nos da lástima que a jóvenes los mentan a la carcel.
Será miedo a que nos tomen odio, a que se pueda vengar o que sus amigos nos ajusticien. Talvez porque algunos de los Cuerpos de Seguridad.
Si que estamos aterrorizados, a otros los amenazan con quitarles a los hijos para hacerlos miembros de su jauría de rateros. Ya aparecieron muchos muertos en carros, en la calle, algunos sin documentación, los matan por la sencilla razón segun ellos, el de no haber cumplido la metas que la pandilla le pide.
Le ordenan mancharse la cara con el número de su agrupación delictiva, un tatuaje que les quedará por toda su vida.
Que pena da, al ver a una niña con el número 18 tatuado en la cara. Los meten a la fuerza a estos grupos, las niñas tienen que hacer el sexo con el jefe de la pandilla, luego con el resto de acuerdo a su antiguedad en la sécta criminal.
Ahora les obligan a dar una cuota monetaria, y actividades ilicitas, para pagar su membresía, como si ellos hubieran entrado por su voluntad. Al que no cumple estos requisitos o los extorsionan o los matan como si fueran unos animales. Son muchos para defenderse, los jóvenes indefensos son asesinados a sangre fría.
Estos asesinatos con premeritación, alevocía y ventaja, no son clasificados como asesinatos sociales o represivos por los grandes miembros de los Derechos Humanos, ni siquiera toman en cuenta las denuncias hechas por los padres o amigos.
Estas organizaciones de “Derechos Humanos”, son como los abogados, que si no pueden sacar dinero al Gobierno u otra institución, las víctimas no son causa para una investigación, pero, si un familiar se venga atacando a estos saguinarios mareros, entonces si, los Derechos Humanos existen y el gobierno los protege.
Estuve en el exilio, por casi tres años fuera de El Salvador, tenía la juventud por delante, no me dio miedo aventurarme en tierras desconocidas, a trabajar honradamente en lo que se pudiera, a vivir en cuartitos alquilados o compartidos, algunas veces me quede en lugares en donde los gobiernos le dan una noche a la gente que no tiene donde dormir. Claro aqui solo hay locos desquiciados, que no es un lugar para alguién que no es de esa vida.
Durante ese exilio forzado, que tuve, ya que un militar de grado Capitan, solo porque fui testigo indirecto de un robo de autobuses y la desaparicion de un trabajador de la Alcaldia de San Salvador, digo indirecto, porque fue de casualidad que me di cuenta de estos hechos.
Solo pasaba al otro lado de la acera, cuando unos tipos se llevaban a un autobus, manejando como si no tuvieran experiencia, dejando en la acera a otros tres individuos, que parecía que estaban hablando tranquilamente, uno era un trabajador de la Alcaldía de San Salvador, que lo había visto cuando iva a pagar la famosa vialidad, cosa que ni tenía que pagarla, pero por ser honesto con las reglas lo hacía, cuando pregunte por el trabajador, ya que su escritorio estaba vacío, me dijeron renunció.
Aun no me daba cuenta que es lo que había pasado, hasta que me detuvieron en un retén, el cual se dirigieron hacia mi, en el bus, bajandome del autobus, le ordenaron al motorista que se fuera, cuando vi que eran soldados, pense, que me estaban reclutando, les vi la cara a todos, cuando llegó un jeep verde del ejercito, el Capitan que iva alli, le dijo un soldado, es este?, me volvió a ver y me dijo: “si yo fuera vos, para el lunes ya no estuviera en el país”.
Se fueron, no me hicieron nada, todos ellos se pusieron a reir, pero viendome como si fuera a un ratón que ivan a matar. Lo primero que hize al día siguiente ir a buscar a un ex compañero de bachillerato que se había metido a la Policia, pero, no lo encontre, me fui a la terminal de Occidente, me subi a la empresa Melva internacional, que iba para Guatemala, y alli comenzó mi odisea, viajando en todos los países de Centro América.
Cuando ya estaba mas tranquilo, en la costa atlantica de Nicaragua, acostado en la playa, recorde la cara de los soldados que me bajaron del autobus, solo dije, el suste que tuve en el autobus... autobus!!! esos eran los que llevaban el autobus, que vi, raneando, que parecía que el motorista no tenía experiencia, los otros eran los que estaban con el empleado de la Alcaldía. Ah! Diablos! Por eso fue que me amenazó, que si no salía del país, quién sabe lo que me hubiera pasado. Ese tipo, penso que me había dado cuenta que estaban robando el autobus.
Ni cuenta me di, de lo que estaban haciendo, solo mire al motorista, porque le costaba manejar.
Paso, el tiempo y escuche en una radio, decir al ex presidente Duarte, que el gobierno había cambiado, que la gente que tuviera denuncias, las podía hacer, asi que regresé a El Salvador.
Pero, al denunciar, me pedían el nombre completo de este Capitán, no lo sabía, ni siquiera sabía como comenzar a preguntar por él, paso el tiempo, no me paso nada, aqui estoy ahora, no con temor a las amenazas de este represor, ya que ni se debe acordar como soy, tal como yo de él.
Pero, ahora ya no hay militares salvajes, que salían a la calle, a robar, bueno, parece que ellos lo hacían solo al que tenía dinero, y reprimían al que no tenía nada.
Reconozco el esfuerzo que esta haciendo la Policía Nacional Civil, en capturar a estos desalmados, que nunca se ponen la mano en la conciencia, ya que ni siquiera saben que la tienen, a ellos no les remuerde todos los actos salvajes que hacen en la sociedad.
Pero, no sirve de nada que los arresten, que los metan a una prisión, si desde alli siempre dirigen a sus compiches, les dan los tres tiempos de comida, hasta les pagan por estar presos, le dan un gimnasio para que esten en forma, algunas asociaciones les dan clases de defensa personal gratis, (karate, judo y otras). Lo cual lo ocupan para asaltar a la gente honrada, ya que he visto como los ladrones callejeros, doblegan algunos transeruntes, con llaves de judo, golpes de karate.
Que son las prisiones en El Salvador?, centros de vacación, de instrucción criminal, de centros de mando, lugares de veraneo y escuelas de rateros.
No estoy, de acuerdo con la pena de muerte, pero, talvez estos tipos tengan buena salud, talvez su sangre sirva para donar, los riñones para alguién que no los necesite, los ojos, pueden ser utilizables, para una operación de cornea.
Y tatuarles en la frente con letras grandes, “SOY LADRON”, o quitarle un dedo, luego la mano, el brazo, despues seguir con el otro, conforme sean detenidos, por actos delictivos. Esto ya lo habían hecho, no sería nada malo, volver a implementarlo.
Pero, para no ser tan extremista, se deberían de poner esposados en plaza Libertad, Gerardo Barrios, o en todas las plazas de las cabeceras y pueblos. Para que la gente los vea, quienes son.
Tambien, que hagan algo bueno por la sociedad salvadoreña, limpiar las calles de basura, pintar lugares sucios, ponerlos hacer sanitarios publicos, hacer calles con adoquines, en la zona rural, arreglar las aceras, en fin hay mucho que se puede utilizar a esta gente, que al salir de la carcel, siempre seguiran haciendo sus fechorías.

No comments:

Post a Comment