Sé que no es cosa fácil, llegar a ser un Presidente de una Nación, más y cuando hay muchas dialécticas contradictorias, cada vez que la gente va creciendo en la sociedad, mucha gente que no tiene preparación social, hace que la balanza de la vida social, no sea igual.
La Sociedad en cualquier parte del mundo es como la formación personal de cualquier individuo, mucha gente esta engañada, otros pretende ser utilizados, algunos se aprovechan de la ignorancia y pocos llegan al poder político, algo que tienen en común todos estos, es desestabilizar a la comuna del país.
El país necesita líderes que sean del pueblo para que los guíen, algunos gremios interesados en el poder político se autodenominan para esta tarea, la mayoría comienza con la meta de ayudar al Bien Común, cosa que va desapareciendo ya que la falta de voluntad política, es desviada por la avaricia económica.
Los Partidos Políticos se olvidan que es el pueblo o parte de ellos, son los que les dan el voto, supuestamente honesto y democrático, con una transparencia para llegar al puesto de la Presidencia de El Salvador, al estar en el poder administrativo, dominan el poder legislativo y judicial, lo que hace que ellos tomen un fuero de inmunidad en la justicia, en donde pueden robar legalmente y cubrir los desfalcos al Estado, a las Arcas de los impuestos del pueblo.
Una vez escuche de un miembro fundador de un Partido Político, decir: “no existe ninguna escuela para presidentes”.
La verdad que eso es una sentencia de la CORRUPCION, en otras palabras, “una zafada olímpica” y en la expresión libre del vulgo seria: “tirarse la bola, como una braza ardiendo”.
En lo que es la Realidad Social de una Nación, si existe una escuela para presidentes del país, y es la vida diaria en la sociedad, la formación personal, los principios familiares, trabajar con la comuna, mantener un acercamiento a los problemas del pueblo, luchar por educar a la infancia, instruir a la adolescencia, formar a los adultos jóvenes, crear formas de vida para los adultos y, fomentar el respeto, la cultura, la disciplina social, las leyes morales, la responsabilidad del habitante en el país.
El que viva y sienta todo eso, es el que está apto para ser presidente, el cual nunca desviara la misión de ser un administrador político, económico, cultural y social en el país, en nuestro territorio hoy llamado El Salvador.
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